Un centenar de cabezas de vacuno cruzaron ayer Amposta (Montsià). Los animales, rodeados de pastores a pie y a caballo, trasparon el puente colgante de la localidad para sorpresa de los vecinos. El rebaño es propiedad de Lionel Martorell, uno de los últimos pastores trashumantes que recorre la ruta del Llosar. El trayecto es una de las únicas rutas que están destinadas a la trashumancia hoy en día. El ganado de Martorell se dirige esta semana de vuelta a sus fincas de Teruel, tras pasar una temporada apacentado en la orilla del río Ebro. Martorell, de 47 años, pasa cada año seis meses con sus reses en los campos del Gúdar, en Aragón, y otros seis en el Montsià, en Tarragona, en busca de pastos frescos para sus animales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de julio de 2011