Uno de los montajes más atractivos de la temporada nos llega en plena calima veraniega al Teatro Fernán-Gómez de la mano del autor y director (y muchas veces actor, pero no esta) Quico Cadaval y un gran reparto al frente del cual encontramos a Luis Tosar, quien demuestra su inteligencia y su profesionalidad no perdiendo nunca de vista el teatro, por muchos goyas, mucha fama y buenos dineros que consiga en el cine. Este curioso binomio escénico es puesto a pleno rendimiento con un montaje de La ópera de los tres reales, en la que se ofrece una actualización del clásico de Bertolt Brecht y Kurt Weill, y como idearon sus creadores, con una orquesta en directo, con dirección musical de Diego García Rodríguez.
El espectáculo, que supuso en 1928 el primer gran éxito de Weill y Brecht, transita por una ciudad donde humean la ambición, los sueños, la traición, la mezquindad, el deseo, la tortura, la belleza y un tal Mackie Navaja, quien ya en la infancia jugaba con sus amigos a policías y ladrones, a banqueros y proxenetas y quien pasado el tiempo nos lega una frase memorable y quizá premonitoria: "¿Qué es el asalto de un banco comparado con la fundación de un banco?".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de julio de 2011