Caja Mediterráneo (CAM) puso ayer en marcha el plan informativo para comunicar a sus más de 3,3 millones de clientes la próxima culminación del proceso de segregación global de todos sus activos y pasivos, excepto la obra social, en favor del nuevo Banco CAM, que se creó formalmente hace una semana. La segregación implica la adscripción de todos los empleados de CAM a la nueva entidad en las mismas condiciones que tienen en la caja.
El Banco CAM ejercerá toda la actividad financiera y contará con una aportación del Banco de España en forma capital social de 2.800 millones. Esto significa que el Banco de España pasará a tomar el control de los nuevos órganos de dirección del Banco CAM. Esta entidad cuenta ya con un consejo de administración de cinco miembros, que un sector de la dirección de la caja quiera ampliar a 15 antes de su nacionalización. Otro sector, entre ellos el presidente de la caja, Modesto Crespo, se opone a esa ampliación. La decisión final se adoptará en el consejo convocado para mañana jueves.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de julio de 2011