La crisis económica y el cambio de color político en la mayoría de las comunidades tras el 22-M -el PP ya gobierna en 14 de las 17 autonomías-, ha reabierto el debate sobre el Estado de las Autonomías. Tres comunidades del PP plantean que la Justicia, una competencia que absorbe muchos recursos y da escaso rédito electoral, no debe ser autonómica.
El Gobierno y la Generalitat de Cataluña acordaron en la tarde de ayer que las instituciones catalanas tengan mayoría en el consejo rector que debe trazar las grandes líneas estratégicas del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Cinco de los nueve miembros de ese consejo serán de la Generalitat, Ayuntamientos o de la sociedad civil catalana, mientras que AENA aportará los otros cuatro consejeros.
El Gobierno de Castilla-La Mancha, presidido por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dio ayer un paso más en su avalancha de críticas a las cuentas públicas de la región y señaló como único responsable político al anterior presidente de la comunidad, José María Barreda (PSOE).
En público el silencio es total, pero en privado los teléfonos echan humo. La dirección nacional del PP, alentada por Mariano Rajoy -aunque él se mantiene en un segundo plano- ha puesto en marcha toda la maquinaria de presión para evitar el peor de los escenarios: un juicio por cohecho a Francisco Camps en otoño, en plena campaña electoral.
Alfredo Pérez Rubalcaba compareció ayer ante los parlamentarios socialistas por primera vez desde que fue designado candidato del PSOE. Les explicó parte de su proyecto, les habló de la situación crucial de la economía europea en vísperas del Consejo del jueves y, obviamente, no les dio pista alguna sobre el calendario electoral.
En diciembre de 2008, cuando el Gobierno se resistía aún a reconocer la gravedad de la crisis económica, el entonces ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, anunció que no se renovaría la moratoria en la libertad de circulación de los trabajadores rumanos y búlgaros.
El primer gran incendio forestal del verano en Cataluña crece sin control impulsado por el viento seco de poniente en La Riba (Tarragona), donde anoche había afectado un perimetro de unas 300 hectáreas y obligado a desalojar cerca de doscientas personas, que los Bomberos trasladaron a zona segura.