Los vecinos que, como la de la imagen, acuden a refrescarse a las láminas de agua conocidas como la playa de Madrid Río, tienen desde ayer un nuevo aliciente. Un chiringuito, el primero que abre sus puertas en el parque lineal, junto al puente de Perrault, para tomar una bebida o algo de picar y resguardarse del sol bajo sus toldos. El éxito en el primer día fue notable, como también lo fue el del alquiler de tumbonas, a un euro por día. ¿Quién necesita playa?
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de julio de 2011