Después de Aventuras en la gran ciudad y Malos tragos, el compositor y cantante de Getxo presenta sus credenciales como músico a tener en muy cuenta. Daniel Merino ha puesto la directa para situarse entre lo más destacado de las novedades del panorama de música en castellano y de marcado patrón de raíces norteamericanas. Folk-rock en clave sencilla, de una lírica melancólica sobre el paso del tiempo o la búsqueda de la felicidad. Canciones que se enganchan al espíritu para dispararlo a horizontes lejanos, con guitarras que recuerdan a Jackson Browne o Springsteen, como en Algo especial, Me perdí al final, Otra vida o Caminar sobre el alambre. También hay baladas de rigor como Nada comprometedor. Un disco más que agradable.
Otra vida
Lucinda Records
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de julio de 2011