El PSPV y Esquerra Unida trasladaron ayer al futuro presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, un mensaje de control del gasto público y de eficiencia en el uso de los fondos de la Administración valenciana. El portavoz de Sanidad de los socialistas valencianos, Ignacio Subías, manifestó que "la deuda sanitaria de la Comunidad Valenciana supera los 3.500 millones de euros, sin contar con los compromisos de gasto con cargo a ejercicios posteriores". Por ello, pidió a Fabra que "tome decisiones urgentes para poder acabar con los problemas estructurales, funcionales, de personal y endeudamiento que sufre la sanidad". "Los proveedores sanitarios hace tiempo que reivindican que se les pague en tiempo y forma. No cobran y, de hacerlo, reciben con suerte el dinero a 600 días", recordó Subías.
Por su parte, la diputada Marina Albiol, de EU, pidió a Fabra que abandone la política de grandes proyectos de la que ha hecho gala Camps en los últimos ocho años porque es inasumible "en una situación de crisis y paro" como la actual. "La Ciudad de las Lenguas, el edificio del rectorado de la Valencia International University o el Centro de Convenciones [todos ellos proyectados en Castellón] deben ser desestimados, son proyectos faraónicos más allá de nuestras posibilidades".
La diputada exigió a Fabra que abandone la política de "despilfarro" del dinero público de los últimos años. "Continuar con este sinsentido económico sería suicida", aseguró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de julio de 2011