Los recortes a la sanidad pública catalana implicarán este verano el cierre de 40 centros de atención primaria, más del 10% del total, lo que dejará sin consultas ni urgencias a decenas de municipios catalanes. Los pacientes de estos centros se verán obligados a desplazamientos de hasta 25 kilómetros a otras localidades cercanas. El personal que no esté de vacaciones también será reubicado. La dureza de los ajustes en el sector sanitario catalán, para ahorrar un 10% del presupuesto, hace temer a los Ayuntamientos que muchos de esos centros no vuelvan a abrir en septiembre, aunque la Generalitat no ha aclarado este extremo.
Además de los 40 clausurados, otros 57 ambulatorios reducen su horario, lo que afecta a un 25% del sistema, en especial en localidades medianas y pequeñas. Alcaldes y vecinos preparan protestas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de julio de 2011