La sede de Compromís en Valencia amaneció ayer manchada de pintura. Dos desconocidos la lanzaron contra los cristales de la fachada, que exhiben las fotografías de los líderes de la coalición en las Cortes, Enric Morera y Mònica Oltra, y del concejal por Valencia Joan Ribó. Una mancha gris cubría los rostros de los dos últimos en un nuevo acto vandálico contra el local de Compromís tras la rotura violenta de cristales el año pasado y las pintadas "amenazadoras" del pasado mayo.
La coalición denunció el "nuevo ataque fascista" a su sede y presentó una denuncia ante la policía. En ella se relata que las cámaras de vigilancia de las Cortes, cercanas a la sede, grabaron a "dos individuos" durante el lanzamiento de la pintura con la que habían rellenado unas bombillas. Los policías autonómicos de las Cortes no pudieron detenerles. En la denuncia, Compromís recuerda los otros dos actos vandálicos contra la sede y los disturbios causados recientemente por un grupo de ultras durante la presentación de un libro a la que asistió Oltra. La coalición defiende que no se trata de "hechos aislados", sino que "tienen relación directa todos ellos".
En ese sentido, Oltra denunció ayer "la impunidad" con que se cometen estos "ataques hechos por grupos de extrema derecha" contra Compromís y otras organizaciones de izquierda y nacionalistas. La diputada acusó a la Delegación del Gobierno de no hacer caso de sus quejas y tomar medidas. Morera exigió una "fiscalía especial para los delitos de odio" como la tienen Madrid y Barcelona. "Estos ataques no son hechos aislados, se trata de una trama organizada que ha de ser investigada a fondo si no queremos lamentar en el futuro alguna desgracia más grande", insistió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de julio de 2011