El Consejo de Ministros aprobó ayer la mayor sanción posible, 30.000 euros, a Repsol y otras petroleras por el vertido de crudo causado ante la costa de Tarragona el pasado diciembre. La compañía vertió unos 160.000 litros de hidrocarburo, cantidad que Repsol reduce a unos 60.000 litros, tras sufrir varios fallos en seguridad y errores humanos. Entidades ecologistas lamentaron la escasa cuantía de este tipo de multas en relación con el daño causado al medioambiente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de julio de 2011