Galicia dio ayer la mejor noticia sobre el paro en España. Con 10.557 personas menos apuntadas en el antiguo Inem durante el mes de julio, fue la comunidad donde más demandantes se borraron de los registros (el desempleo cayó en 42.059 personas en todo el país). La cifra global se sitúa ahora en 223.000 desempleados. Le siguieron Valencia y Cataluña, con casi 16.000 parados menos entre ambas.
Pontevedra, una provincia azotada por la crisis del naval sin el tirón del sector servicios que puede tener el Levante o Andalucía, marcó sin embargo el récord nacional en términos absolutos por tener 4.476 parados menos (bajaron a 89.118), un 4,78% de reducción. En A Coruña, el paro cayó en 3.577 personas, con un descenso del 3,87%, mientras que en Lugo se redujo en 1.315 personas y en Ourense en 1.189.
En cuanto a la variación respecto a julio pasado, en Galicia el desempleo aumentó un 6,3%, al sumar 13.211 personas más anotadas. La directora general de Formación y Colocación, Ana María Díaz López, lejos de utilizar el dato en términos triunfalistas, pidió prudencia porque las cifras tienen un importante componente estacional. Los sindicatos CC OO, UGT y CIG coincidieron en ese mismo aspecto y destacaron que el balance anual no es bueno. Para el BNG, es la prueba del fracaso de la reforma laboral.
El PP, sin embargo, se felicitó por la evolución del empleo que esta vez sí atribuyó al Gobierno gallego y, a través de su diputado Jacobo Moreira, aguardó a que pronto se produzca un cambio de tendendencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de agosto de 2011