El cardenal valenciano Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, entiende que el "principal problema de Europa no es el económico, aunque sea gravísimo, sino el olvido de Dios que lleva a la autodestrucción". Cañizares pronunció estas palabras en la conferencia titulada Europa, presente y futuro con la que clausuró el curso de verano titulado Los cristianos en democracia, que la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir celebró en Santander.
El cardenal apeló a la "responsabilidad" de los cristianos para ofrecer "una nueva evangelización", que, según dijo, "es el mejor servicio que podemos ofrecer para que nuestra sociedad cambie y supere esta crisis". El purpurado describió la crisis general como "no simplemente estructural y económica, sino una crisis del hombre, una quiebra de la humanidad, una quiebra moral, el gastar por encima de nuestras posibilidades y buscar únicamente el disfrute a toda costa, el goce para mí mismo aunque tenga que machacar al otro". Y defendió la identidad europea, cuyas bases "han sido la filosofía griega, el derecho romano y la fe cristiana". El cardenal animó a una "conversión, nuevamente, a Jesucristo", que será quien traiga "un futuro muy grande para Europa". Respecto a la visita del Papa a Madrid, añadió que "viene a entregarles a Jesucristo a los jóvenes" para que tengan "un nuevo futuro si se abren a lo que Jesucristo significa".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de agosto de 2011