El proceso contra la jefa de la oposición de Ucrania, Yulia Timoshenko, por sus responsabilidades en la firma de unos acuerdos de suministro de gas con Rusia en 2009, deteriora la imagen del presidente Víctor Yanukóvich y de la clase política que ha arremetido contra la carismática ex primera ministra. Medios europeos en Kiev señalan que el proceso podría perjudicar las relaciones entre Ucrania y la Unión Europea e incluso enfriar las conversaciones del tratado de asociación que Kiev negocia con Bruselas. La jefa de la política exterior de la UE, Catherine Ashton, y el comisario responsable de Ampliación y política de vecindad, Stefan Füle, exhortaron a Ucrania a "mantener los principios y valores comunes que forman el núcleo de la Asociación Oriental".
El magistrado Rodion Kiréev, presidente del tribunal de Kiev que juzga a Timoshenko y que ordenó encarcelarla el pasado viernes, se negó el lunes a cambiar las medidas cautelares de privación de libertad. El magistrado permaneció impasible ante la apelación del abogado de la acusada y los representantes de las tres principales confesiones religiosas del país, y no reaccionó tampoco a un llamamiento de figuras del mundo de la cultura y el arte.
Agentes antidisturbios cargaron anoche contra seguidores de Timoshenko que protestaban ante el tribunal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de agosto de 2011