Los restos de Ausiàs March permanecen sepultados desde hace siglos bajo los suelos de la catedral de Valencia, cerca de la puerta de l'Almoina. Pero desde hace semanas, según denunció ayer Compromís, la losa que cubre el cuerpo del poeta está también sepultada por una pila de bancos de la propia catedral.
Consol Castillo, concejal del grupo municipal de Compromís, exigió al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, que sea "más respetuoso" con la tumba y no permita que se apilen sobre ella decenas de bancos como ha venido sucediendo en lo que llevamos del mes de agosto, según la edil.
En Compromís consideran que una figura del prestigio internacional del poeta, considerado por algunos el Shakespeare valenciano, debería ser reclamo cultural para los gestores de la catedral. "Sería impensable encontrarse bancos apilados encima de la tumba de un escritor como Miguel de Cervantes, puesto que este autor, como tantos otros, sería un reclamo cultural y turístico de primer nivel", aseguró Compromís en su comunicado. El grupo pidió al arzobispado que ordene a los técnicos la puesta en valor de la tumba de esta "figura histórica de primer orden". Este periódico se puso en contacto con el arzobispado para conocer cuál era su opinión, sin éxito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de agosto de 2011