Francisco Correa compró en 2007 el barco Montecristo, construido en 1978, por 143.000 euros y encargó a través de la sociedad Osiris un proyecto de reforma que costaba tres millones de euros. Nunca se llegó a hacer pero Correa lo preparó todo. El barco, varado en Ceuta, lleva dos años y medio a disposición del juzgado de esa ciudad.
Los astilleros a los que se encargó el mantenimiento del barco para su posterior reforma reclaman más de 200.000 euros por los gastos de estos dos últimos años y medio, con el dueño de la embarcación encarcelado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de agosto de 2011