Más de 22.000 personas han visitado la exposición de Eduardo Chillida que se presenta desde el pasado 26 de junio en la Fundación Maeght, en Saint-Paul de Vence, una localidad cercana a la Costa Azul.
La retrospectiva de Chillida, que permanecerá abierta al público hasta el 13 de noviembre, ocupa buena parte del espacio de la fundación con 180 piezas, entre esculturas y obra sobre papel, de las que unas 70 proceden del museo Chillida Leku, otras 28 de colecciones particulares y el resto de los fondos propios de la fundación y de la familia Maeght. Con Chillida Leku cerrado al público desde el 1 de enro pasado, la antológica de Saint-Paul de Vence se convierte este verano en un escaparate internacional de la obra del fallecido artista donostiarra.
La muestra es la segunda retrospectiva de Chillida que se organiza en Francia, tras la presentada en el Jeu de Paume, en París, en 2001, pero tiene un carácter especial por la estrecha vinculación de Chillida con el galerista Aimée Maeght. Fue su gran apoyo en el comienzo de su carrera en París, el más joven de la lista de artistas que exponían en su prestigiosa galería, y un cercano colaborador a lo largo de toda su vida.
El joven Chillida se encontró en Maeght con otros grandes nombres del arte del siglo XX, como Calder, Giacometti y Miró.
La muestra se titula Lugar de encuentro, como una serie de esculturas de Chillida, en recuerdo al papel que jugó la galería al propiciar el contacto entre los artistas. En palabras de Isabelle Maeght, nieta de Aimée y Marguerite, creadores de la fundación, la antológica tiene el doble cometido de recordar su larga amistad con Chillida y divulgar su obra. "Es una forma de afirmar nuestra la fidelidad a la obra de Chillida, al hombre y a su familia", indicó en la inauguración. "Pero es también una forma de dar a conocer a un artista que el público no conoce lo suficiente".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de agosto de 2011