Cuatro duros, un instituto algo sombrío y el premio especial del jurado del festival de Sundance. Así se podría resumir Brick, una película de cine negro que en 2005 puso bajo los focos a un director estadounidense de 32 años y escasa fama: Rian Johnson. Con un presupuesto reducido, este director cocinó un thriller donde la muerte dibuja la primera escena y un chico, detective improvisado, busca pistas y encuentra personajes cada vez más oscuros. Los críticos recomendaron entonces apuntarse el nombre de Johnson en la agenda. Quienes quieran disfrutar de su cine inquietante pueden tomar nota: Brick se proyecta el próximo sábado 20 a las 22.00 en la Casa Encendida. El filme dura 110 minutos y la entrada cuesta tres euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de agosto de 2011