Ahora aparece Rubalcaba con la receta mágica: moderación salarial. Habría que decirle que la propuesta no es nada original, ya que el PP y la patronal llevan tiempo "vendiéndonos" sus bondades.
Que en este país se considere privilegiado a quien tiene un sueldo mileurista debería darle alguna pista de por dónde se mueve la sociedad. Si un trabajador apenas tiene dinero para ir al dentista, arreglar el coche o pagar las actividades extraescolares, la manida moderación puede degenerar en una economía de subsistencia. Me gustaría que explicara el señor Rubalcaba cómo piensa "maridar" esta moderación en los salarios con la subida -nada moderada- del precio de servicios básicos como electricidad, transporte público o combustibles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de agosto de 2011