Elche vibró ayer con la representación de la resurrección y asunción a los cielos de la virgen María de acuerdo con los cánones que marca, desde hace más de 500 años, la joya de su tradición oral: el auto sacramental del Misteri d'Elx. El majestuoso marco de la basílica de Santa María acogió la segunda y más fervorosa parte de esta obra sacro-lírica del medievo, la Festa. La representación comenzó con los momentos previos al sepelio de María. Luego tocó el turno a la conversión de los judíos. Y a continuación, la apoteosis con la resurrección de la Virgen y su ascenso, a bordo del araceli, al cielo de la cúpula de Santa María. Coronada, una vez más María, el canto del Gloria Patri puso el broche final a una nueva edición del Misteri.
Según los expertos, el Misteri d'Elx es un drama sacro-lírico único e irrepetible. Los estudiosos datan su origen en 1370, cuando un guardacostas encontró en la playa un arca con la imagen de la virgen y la primera consueta, es decir, manuscrito con los textos. Estos datos no pasaron inadvertidos para la Unesco y en 2001 lo declaró Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. El Patronato del Misteri ha aprovechado el décimo aniversario de la distinción para acentuar la difusión de su enseña cultural tanto en España como en el extranjero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de agosto de 2011