España jugó anoche contra Bulgaria su tercer partido de preparación con vistas al Campeonato de Europa, que se disputará en Lituania del 31 de agosto al 18 de septiembre. La selección que dirige Sergio Scariolo, que cuenta sus encuentros por victorias, no tuvo piedad de la búlgara y desde el primer cuarto marcó diferencias en el tanteador. Las claves volvieron a ser el juego rápido en el ataque, especialmente en las transiciones; el acierto en los triples y la fuerte defensa, que desarmó por completo al adversario.
Al descanso, y gracias a la aportación de Navarro ( 19 puntos) y Pau Gasol (15), España se fue con un cómodo 55-27. Entonces llegó el momento de la explosión de Llull, que terminó con 17, y de la exhibición de Ibaka, muy intimidador con cuatro tapones y varios mates.
Era la oportunidad perfecta para hacer pruebas. La primera fue juntar a los hermanos Gasol en la pintura; saber si pueden jugar juntos, si se entenderán. Y la segunda, disipar dudas sobre quién será el último descarte de Scariolo. Los candidatos parecen ser el base Sada y los aleros Suárez y Claver. Pero el técnico italiano sigue escondiendo su elección final.
El próximo jueves (20.30), nueva prueba. Esta vez contra Lituania en Kaunas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de agosto de 2011