Tras dos años de reclamaciones sin respuesta, los 25 trabajadores de Urbaser que recogen la basura en los municipios pontevedreses de Ponte Caldelas, Soutomaior y Vilaboa iniciaron ayer una huelga indefinida con la que pretenden que la empresa, concesionaria del servicio, se siente a negociar un convenio colectivo. Los empleados no tienen un régimen específico y se rigen por un documento marco de 1996, que fija sueldos un 30% menores que otros trabajadores de la misma empresa con las mismas funciones en otras localidades, según denuncia Carlos Corredoira, representante de la federación de servicios de UGT en la comarca de Pontevedra.
La concesionaria ha contraatacado denunciando la convocatoria ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación de Vigo. Los trabajadores lamentan "que los servicios mínimos fijados superan los de una jornada normal".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de agosto de 2011