Tras dos meses en paradero desconocido, la virgen del Tallat, una imagen del siglo XIV, llegó ayer en taxi a Rocallaura (Urgell). La trajo el sacerdote del pueblo que la había retenido, según él, por seguridad. La ausencia de esta talla durante la festividad del 15 de agosto rebeló a los feligreses contra el párroco, al que intentaron retener a la salida de la iglesia, cosa que impidieron los Mossos d'Esquadra. Tras su aparición, la virgen recibió las muestras de veneración de los vecinos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de agosto de 2011