Es casi imposible que Elena conteste a alguna pregunta sin que respondan con ella sus siete amigas. Son como clones: su uniforme de JMJ se compone de short vaquero, bandera de España, abanico y gorro de paja personalizado: en el sombrero han escrito "I love Papa", y "Benedicto X-V-Palito" (tienen hasta una coreografía con el nombre). Elena ha venido de Burgos con su parroquia, aunque se confiesa religiosa "lo justo". Ni siquiera cursa la asignatura de religión: "Es que te hacen un examen, y es mejor tener horas de estudio", se justifica. De la JMJ se queda con el ambiente y cuando vio al Papa en la calle de Alcalá: "Nos temblaron las piernas", dicen todas a una. ¿Y lo de pecar? "Todo el mundo peca, ¡pero luego te confiesas y punto!", añaden entre risas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de agosto de 2011