El Banco de Japón estudia aumentar las facilidades de crédito a las entidades japones para inyectar liquidez en la economía y contrarrestar así los efectos de la apreciación del yen. Fuentes de la autoridad monetaria indicaron ayer que esa medida podría tomarse en una reunión de urgencia si la escalada de la divisa japonesa presiona a la baja las cotizaciones de la Bolsa de Tokio hasta el punto de deteriorar la confianza empresarial.
Por unos minutos, la divisa japonesa superó la cotización que marca el máximo de la posguerra, al bajar por primera vez de 76 yenes por dólar. Al cierre de la sesión, el tipo de cambio se estabilizó en los 76,5 yenes. La apreciación de la divisa japonesa se alimenta, en buena parte, de la debilidad del dólar y de la búsqueda masiva de valores refugio ante la incertidumbre por la evolución de las economías avanzadas.
La apreciación del yen ya ha comenzado a erosionar la competitividad de las exportaciones del país asiático, que cayeron un 3,3% en el mes de julio. El Gobierno japonés, que ya intervino en el mercado de divisas a principios de mes, ha mostrado su predisposición a realizar otra compra masiva de dólares para enfriar el yen, aunque los expertos dudan de la eficacia de estas medidas.
"Tomaremos una decisión contundente, si es necesario", aseguró un alto funcionario del Ejecutivo japonés.
El Banco de Japón tiene la opción de ampliar los recursos que ya destina (casi medio billón de euros) a comprar bonos públicos y activos privados para elevar la liquidez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de agosto de 2011