La propuesta de unidad nacionalista que la izquierda abertzale ha dirigido al PNV para que se incorpore a la candidatura de Bildu ha sido rechazada por los peneuvistas, pero con matices variados muy significativos. Mientras que el presidente del partido, Iñigo Urkullu, la interpretaba ayer en su blog como una "amenaza", el líder guipuzcoano del mismo partido, Joseba Egibar, que también la rechaza, precisa que "el PNV y la izquierda abertzale están condenados a entenderse".
Urkullu fundamenta su rechazo en la historia de las relaciones entre el PNV y la izquierda abertzale. "En la izquierda abertzale existe una obsesión inaudita de poner el contador a cero para pedirnos e, incluso, exigirnos a los demás que corramos con ellos en esta nueva carrera contra el tiempo y, fundamentalmente, contra la historia".
El presidente del PNV estima que la historia se repite. Recuerda cómo en 1977, en las conocidas como "conversaciones de Chiberta", ya ETA le planteó al PNV que no se presentara a las primeras elecciones con "el canto de sirena de la unidad abertzale" para "tratar de condicionar la actitud y las decisiones del PNV".
"Hoy", recalca Urkullu, "nos plantean desde una maraña de siglas un nuevo frente abertzale para concurrir a unas elecciones generales, un ofrecimiento que se va convirtiendo, como entonces, en exigencia y amenaza, vinculando directa o indirectamente la paz a esta exigencia".
Sin embargo, el líder guipuzcoano del PNV, Egibar, precisa que "PNV e izquierda abertzale están condenados a entenderse, porque si existe un conflicto político a superar, vamos a compartir algunas bases para que las opciones constitucionalistas españolas entren a negociar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de agosto de 2011