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Cinco recitales integran el ciclo más arriesgado de la Quincena

La Quincena Musical donostiarra abre hoy su ciclo más arriesgado, dedicado a la música contemporánea, que incluirá cinco conciertos en los que habrá muchos ritmos electrónicos, varios estrenos y una peculiar interpretación del txistu. El director del festival, Patrick Alfaya, y el coordinador del ciclo, Ramón Lazkano, presentaron ayer este apartado de la Quincena, que se celebrará hasta el sábado en el Kursaal.Alfaya reconoció que este ciclo se dirige a un público reducido, pero "fiel" y creciente.

La muestra se abre hoy con un recital del pianista Marino Formenti, quien ofrecerá una velada de música húngara con obras poco conocidas de Liszt y Béla Bartók, en contraste con piezas contemporáneas de Kurtag, Ligeti, Rihm o Galina Ustvolskaya.

Mañana llegará el turno del Smash Ensemble, integrado por solistas de distintos países, que dedicará la primera parte de su recital al compositor vasco Carmelo Bernaola, mientras que la segunda será una llamativa interpretación de Pierrot Lunaire de Schönberg, con marionetas japonesas sobre el escenario.

El día 25, el Trío Salzedo ofrecerá otro programa de música húngara con piezas de Lajtha, Eötvös, Kurtag y Pattar, en un concierto en que se estrenará Iruleak, obra para flauta, chelo y arpa de la vitoriana Zuriñe F. Gerenabarrena.

El txistu será el protagonista de la velada del viernes. El laboratorio KLEM y la agrupación Silboberri reinterpretar este instrumento tradicional con obras de Jabier Ituarte, María Eugenia Luc y Mikel Chamizo. El ciclo se cerrará el sábado, con el estreno absoluto por el coro británico Exaudi de Vocem flentium, de Alberto Posadas, uno de los compositores más representativos de la vanguardia española.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de agosto de 2011