Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Un futuro energético optimista

El mismo sol, responsable de la imponente riqueza agrícola y turística de la península Ibérica, puede y debe sin demora desbancar de una vez a los nefastos combustibles fósiles como nuestra principal fuente de energía.

Es un contrasentido que mientras desaprovechamos absurdamente el generoso regalo energético que a nuestras latitudes nos ofrece el astro rey (capaz anualmente de generar mayor energía que la que generarían todas las reservas de crudo arábigas), nos veamos en la obligación de importar ingentes cantidades de carísimos combustibles fósiles foráneos que nos debilitan económica, ecológica e incluso moralmente.

Deseo fervientemente que a quien corresponda dirigir los destinos del país tras el 20-N, advierta por fin que apostar valientemente por esta energía limpia, autóctona y abundante que nos proporcionan los rayos del sol (junto al resto de renovables) es apoyar lo autóctono frente a lo foráneo, la independencia frente a la dependencia, lo limpio frente a lo sucio, lo moral frente a lo inmoral, las exportaciones frente a las importaciones y por si esto fuera poco o insuficiente, el empleo frente al paro, así como la posibilidad única de liderar por una vez una tecnología puntera a nivel mundial.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de agosto de 2011