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CARTAS AL DIRECTOR

Juego limpio, por favor

Vilanova del Vallès, Barcelona

Se acercaba la una de la madrugada de un jueves de agosto y dos equipos eternamente rivales se estaban disputando una Supercopa de España que, por el momento, estaba muy igualada en cuanto al ámbito futbolístico, pero apareció el dorsal número doce del Real Madrid CF con una entrada fuera de reglamento que lo cambió todo, ¡y de qué manera!

Estábamos viendo un partido magistral e igualado, con diversidad de ocasiones y de goles, con sus más y sus menos, con el debut de Cesc en su vuelta al Camp Nou... y apareció Marcelo en el minuto 93 con un 3-2 en el marcador y le propinó una entrada terrorífica a Cesc que acabó con una tangana entre los dos equipos y con nada más y nada menos que tres expulsiones (Villa, Marcelo y Özil), una provocación de Mourinho a Tito Vilanova, y con una imagen de clásico ensombrecido de nuevo por la polémica. Ya lo dijo Guardiola: "Al final nos vamos hacer daño", y es que con lo bien que fue la ida, es una verdadera lástima que la tensión fuera de límites volviera a hacer acto de presencia.

Lo peor de todo es que estas acciones están dejando una lamentable imagen del fútbol español. Y hay que recordar que nuestra selección fue la encargada de promover el juego limpio y la deportividad en todo el mundo. Quizá ha llegado la hora de poner fin a esta situación.

Yo no quiero culpar a nadie pero todo el mundo señala en la misma dirección. Hay que poner límites al fútbol... y a sus entrenadores.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de agosto de 2011