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CARTAS AL DIRECTOR

Muchas felicidades, Madrid

En estos días algunos se felicitan por el comportamiento de los jóvenes de la JMJ en Madrid, apostillando que no es de extrañar en jóvenes con valores como los que les otorgan su fe e Iglesia, como si el resto de personas no tuvieran asegurado fuera de ellas esos valores. Me parece indignante, pues si alguien tiene que felicitarse somos los ciudadanos de Madrid, que hemos soportado con resignación la invasión que comenzó el martes 16 de grupos cantando y avasallando por las calles con sus banderas desplegadas hasta más allá de las doce de la noche; mientras tanto, hemos tenido que ir a trabajar como hemos podido, con cortes de tráfico y modificaciones de la EMT. Pese a ello les hemos ayudado indicándoles calles y soportado todas las incomodidades que nos ha reportado la organización interesada de su visita. Eso sí es tolerancia.- María Soledad Girona. Madrid.

Durante esta semana se ha comentado mucho sobre la riqueza generada en Madrid y la proyección de la ciudad en todo el mundo. Al leer la lista de restaurantes adheridos para dar de comer a los turistas-peregrinos, todo lo que leo son nombres de grandes cadenas de restaurantes y multinacionales que en muchos casos ni siquiera son españolas.

Si ese es el tipo de riqueza que se ha generado, me temo que solamente ha hecho más millonarios a los dueños de esas multinacionales y ha dejado el sueldo de los trabajadores de estos restaurantes exactamente igual, mientras su trabajo se triplicaba.

En cuanto a la proyección de Madrid en el mundo, supongo que venir al Madrid de los 40 grados y de las tormentas de verano no es la mejor imagen posible que se puede llevar un turista. Porque eso es de lo que se ha llenado Madrid... de turistas disfrazados de peregrinos que han aprovechado la Semana de la Juventud para hacer turismo patrocinado y de bajísimo coste para ellos y de nulo beneficio real para la ciudad. Cuando uno de estos jóvenes vuelva y descubra el Madrid real: repleto de coches, ruido, contaminación y con los precios por las nubes, le va a parecer que ha estado en un Matrix: bienvenido al mundo real.- Ignacio Caballero. Madrid.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de agosto de 2011