La Consejería de Medio Ambiente investiga las causas de la fuga de fuel detectada el pasado domingo en la refinería de BP de Almassora, Castellón, y si la petrolera, de la que no consta ningún expediente, cumple los condicionantes de la AAI (Autorización Ambiental Integrada).
Pese a que la subdelegación del Gobierno y la Capitanía Marítima consideran que la situación está controlada, la costa continúa bajo vigilancia por si se produjera un "hipotético caso de afección al litoral", según el alcalde de la localidad, Vicente Casanova.
La tubería, cerrada desde el domingo, estaba deformada y con el hormigón externo roto. BP baraja la hipótesis de que un "agente externo", un ancla o barco de arrastre, causara la rotura, aunque las investigaciones continúan.
Esquerra Unida exigió ayer al Consell depurar responsabilidades y que sea la petrolera, y no los castellonenses, la que cubra los costes de la reparación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de agosto de 2011