El jefe de la agencia estadounidense que combate el tráfico de armas fue destituido ayer en medio de fuertes críticas a su gestión y a una fallida operación para controlar el contrabando de armamento hacia el vecino México.
En concreto, Kenneth Melson, director de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, en sus siglas inglesas), admitió errores en la llamada Operación Rápida y Feroz, un plan encubierto desarrollado entre 2009 y 2010 para frenar el contrabando de armas hacia los carteles del narcotráfico al otro lado de la frontera. La ATF llegó a permitir operaciones de contrabando con la esperanza de dar seguimiento a la cadena de venta hasta los capos mexicanos, pero en el camino perdieron la pista a numerosas armas, algunas de las cuales se han hallado en escenas de crímenes en México y Estados Unidos. El Gobierno mexicano se ha quejado de las miles de armas que entran cada año desde el norte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de agosto de 2011