Mientras el número total de fallecidos en las carreteras españolas ha descendido un 11,3% en los meses de julio y agosto -aunque el total sea de 321 víctimas mortales- hasta el extremo concluir con el mejor dato de los últimos 50 años, el verano de 2011 ha sido peor que el anterior en las vías de comunicación valencianas.
Según los datos que ayer facilitó la Dirección General de Tráfico, este verano se han dejado la vida en las carreteras valencianas 26 personas, dos más que en el mismo periodo del año pasado, lo que supone un incremento del 8,3% interanual.
La Comunidad Valenciana no es la única en la que ha crecido la siniestralidad. También lo ha hecho en Andalucía, Cantabria y Castilla-La Mancha, mientras en Extremadura, Madrid y La Rioja se ha mantenido estable. En el resto de comunidades, ha descendido la mortalidad en carretera.
Por otro lado, la memoria del IV Congreso Internacional de Prevención de los Comportamientos Viales de Riesgo refleja que el 31% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico dio positivo en alcohol, el 12,5% había consumido alguna sustancia estupefaciente y el 8,3% algún tipo de psicofármaco.
El 71% de los fallecimientos tuvieron lugar en un día laborable y el resto en jornadas festivas. También el 29% de las fallecidas eran mujeres, frente al 71% de varones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de septiembre de 2011