Los anunciados aguaceros previstos para ayer se convirtieron finalmente en débiles y dispersas lluvias. Los servicios meteorológicos de la Generalitat, que ya al mediodía de ayer habían levantado la alerta especial ante la inexistencia de fuertes lluvias, explicaron que la depresión pasó muy cerca de Cataluña, pero no la atravesó tal como se preveía el viernes, lo que conllevó que las lluvias fueran muy reducidas.
Los datos técnicos señalan que la temperatura, poco baja a 5.500 metros de altura, y, en cambio, muy baja a 1.500 metros dio lugar a un gradiente térmico que no favoreció el desarrollo de la tempestad. Además, la presencia de una ligera inversión térmica a 1.000 metros de altura también colaboró en estabilizar la atmosfera y en inhibir la formación de nubes en el litoral y en el interior.
Las lluvias afectaron a una docena de comarcas, sobre todo las de interior y de poniente, aunque con registros de escasa cantidad, como los 10 litros registrados en algunos puntos de la Terra Alta.
Para hoy, las previsiones señalan posibilidad de lluvias moderadas en las comarcas de Girona y del Pirineo y buen tiempo en el resto de Cataluña, con un descenso de las temperaturas y de la humedad que dejará un ambiente agradable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de septiembre de 2011