El 29 de agosto en Madrid y el 31 en Valencia, sindicatos, partidos de izquierda, grupos progresistas de toda índole, sindicatos de estudiantes y otros grupos más o menos alternativos constituyeron una plataforma para combatir la "intempestiva y fulminante" reforma de la Constitución avalada en solitario por los dos grandes partidos nacionales para fijar un techo de gasto público a todas las administraciones públicas.
Manuel Colomer, de la Plataforma por los Derechos Sociales, presentó la constitución de "un frente sindical y social para obstaculizar las reformas" que está imponiendo sin tregua el actual Gobierno socialista.
Manolo Picó, de CC OO, recordó que el déficit que pretende limitar la reforma de la Constitución se generó para atender "las mejoras en políticas sociales". "El techo de gasto limita la capacidad de las administraciones para desarrollar políticas sociales", siguió Picó, "sin consenso parlamentario y sin referéndum, la reforma es un ataque a cualquier intento de ejercer una democracia directa, una reivindicación creciente de varios colectivos ciudadanos".
El sindicalista incidió en "el peligro que supone", dijo, "introducir la ideología conservadora y neoliberal en la Constitución". Y subrayó que "el keynesianismo, la apuesta por elevar el gasto público para estimular la economía, queda tocado de muerte" a raíz del acuerdo entre los dos grandes partidos. "Esa ecuación que propone menos déficit, sin tocar los impuestos y sin recortes en las políticas sociales, es imposible", concluyó.
Rosana Montalbán, de la asociación de afectados por el impacto de hipotecas, invitó a todos los "indignados" a sumarse a las manifestaciones que se celebrarán esta tarde frente a la Delegación de Gobierno en Valencia y frente a las subdelegaciones de Alicante y Castellón. Montalbán sugirió otra reforma de la Constitución para "nacionalizar la banca" o un referéndum para consultar a los españoles sobre el futuro de la Casa Real.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de septiembre de 2011