El caso de Angie Corona, la niña de 13 años desaparecida durante un mes de su casa de El Puerto (Cádiz), comienza a esclarecerse. La policía ha dado por cerrada la operación que hace dos semanas logró devolver a la menor con sus padres. Nueve personas han sido detenidas bajo las acusaciones de detención ilegal. Lo que en principio pareció una huida voluntaria de Angie se ha desvelado, finalmente, como un prolongado cautiverio ideado por un militar de 24 años, de origen colombiano, con el que mantenía una relación sentimental.
Sus captores la cambiaron de escondite en tres ocasiones, para acabar en un piso de Orihuela (Alicante). Angie permaneció allí encerrada bajo llave, con la ventanas bajadas y sin poder encender la luz. El encierro llegó al extremo de que la menor se veía obligada a dormir en el suelo para intentar refrescarse con las baldosas, por la falta absoluta de ventilación de la vivienda. Para rescatarla, un grupo de bomberos tuvo que acceder al piso a través de una ventana. Según la policía, la menor dejó su casa de forma voluntaria, inducida por su novio. Para él, el principal objetivo era ocultar la relación que mantenía con la menor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de septiembre de 2011