El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no asistió ayer al pleno del Senado en el que quedó definitivamente aprobada la reforma de la Constitución. Tampoco lo hicieron la mayoría de sus ministros. Durante el grueso del debate solo la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, el de justicia, Francisco Caamaño, y la de Ciencia, Cristina Garmendia, permanecieron en la bancada del Gobierno. El de Educación, Ángel Gabilondo, y el de Presidencia, Ramón Jáuregui, sí acudieron, pero se fueron pronto. Tampoco asistieron al pleno dos senadores socialistas contrarios a la reforma: Imanol Zubero y Roberto Lertxundi.
A partir de ahí, hubo múltiples formas de manifestar el rechazo a la reforma. Cada grupo escogió una. Al igual que el día de la votación en el Congreso, en el Senado algunos mostraron su oposición al cambio constitucional atravesando la puerta del hemiciclo minutos antes de la votación. Fue el caso de los tres senadores de ERC y el del BNG, que previamente había retirado su enmienda de supresión.
PNV y CiU escogieron otra fórmula: permanecieron en la sala pero no votaron. Ni siquiera se abstuvieron. Simplemente, no participaron en la votación. ICV solo votó su propia enmienda a favor del referéndum.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de septiembre de 2011