Todos los grupos reprocharon al PP y al PSOE que hayan acordado reformar la Constitución sin contar con ellos. Pero el enfrentamiento fue especialmente duro entre socialistas y convergentes. José Ignacio Pérez Sáenz, del PSOE, lo admitió sin tapujos: "Nos ha dolido especialmente lo de CiU", dijo. "Hicimos un esfuerzo humillante para atraerles en el Congreso. No se quejen de que la tramitación ha sido en 15 días. Ustedes, ni en 15 días, ni en 500 noches, como dice la canción" , dijo.
"Lamento mucho su dolor, pero seguro que lo supera", le respondió con sorna, Jordi Vilajoana (CiU). "No nos pueden decir que no hemos actuado responsablemente. Lo hemos hecho muchas veces a lo largo de la legislatura. Si ahora no estamos en esto es porque en una noche, ustedes, con el PP, pasando de nosotros, decidieron arreglar el mundo cambiando la Constitución. No nos hemos salido nosotros, nos han sacado ustedes".
CiU y PSOE se enredaron en una discusión sobre quién había abandonado a quién y a la que volvían en cada una de sus intervenciones. Para los socialistas, "habría sobrado tiempo" para lograr el consenso y sin embargo ha faltado voluntad política para alcanzarlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de septiembre de 2011