El pesimismo se ha instalado en el PSdeG a dos meses de unas elecciones cruciales para este partido, que inmediatamente después deberá afrontar la cita con las urnas en Galicia. En el inicio del curso político, su comité nacional, máximo órgano entre congresos, registró ayer una muy baja asistencia, con ausencias clamorosas como la del alcalde de Vigo, Abel Caballero, que la víspera había protagonizado un órdago al secretario general, Pachi Vázquez, y a su instrucción de evitar la duplicidad de cargos, cuando dio por hecho que Carmela Silva liderará la candidatura al Congreso por Pontevedra sin dejar su acta de concejal. Tan desangelado apareció el cónclave, que Vázquez lamentó en voz alta que los dirigentes no acudan a los órganos de debate de su formación.
La baja asistencia fue la mala noticia para él, que sin embargó, escuchó como uno a uno los dirigentes que tomaban la palabra ratificaban el mandato de una persona, un cargo, que con tanto ahínco defiende. Ni siquiera los representantes de la agrupación viguesa cuestionaron directamente la instrucción y el secretario general, Manel Gallego Lomba, se limitó a ratificar el apoyo a la norma pero también cantó las virtudes de Silva. Un discurso que remarcó Ana Costas, persona de confianza de Caballero a la que el alcalde confió su departamento de comunicación. Las fuentes consultadas apuntan que lo que pretende la agrupación viguesa es lograr que Silva, que ya fue candidata en las municipales sin dejar el Senado, pueda ahora concurrir a las generales siendo concejal, y aplazar cualquier renuncia a después de los comicios.
Orozco critica a Vigo
Claro que nadie ha explicitado la jugada en voz alta, y ayer Vázquez, que se juega su credibilidad en este debate, advirtió que mientras sea líder del PSdeG, la norma se cumplirá. Lo dijó ante los micrófonos cuando afirmó que le consta "de corazón" que es asumida de todos y lo repitió después de que la prensa abandonase la sala.
La media docena de cargos que se posicionaron arroparon ese argumento, incluidos los diputados Pablo López Vidal e Ismael Rego, si bien este último recordó que el mandato ya se está incumpliendo (velada referencia a Silva). Incluso el alcalde de Lugo, Xosé Clemente López Orozco, criticó sin citarlo a Caballero cuando dijo que el cómo alcalde se preocuparía del sector naval o el del automóvil, de lo que importa a los ciudadanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de septiembre de 2011