Los 10 años transcurridos desde el 11-S corroboran que la gran superpotencia se agota. No solo sufre en su papel de guardián universal de los valores que defiende; además pierde terreno en la competencia con otras naciones. Páginas 3 a 5
Editorial en la página 36
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de septiembre de 2011