Nada que objetar a la supresión de la mayor parte de los Centros de Profesores y Recursos (CPR) que fundamentalmente se dedican a labores formativas del profesorado, ofertando cursos que ya imparten otras instituciones como los sindicatos o las plataformas virtuales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha o el MEC, aunque no deja de ser el chocolate del loro. Por contra, hay que resaltar que la imposición de las dos horas lectivas adicionales a costa de menos profesores es otro palo en las ruedas del sistema educativo que aumentará las ratios y disminuirá (otra vez) su calidad, si es que no descarrila definitivamente. Nuestra casta política especula con la educación como los ciudadanos que jugaron a ser constructores en la gloriosa época del ladrillo. Parece que no se han enterado de sus evidentes paralelismos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de septiembre de 2011