Me indigna que dirigentes del PP no den los datos reales, tomen a la ciudadanía por ignorante y desprestigien la enseñanza pública con sus declaraciones. El horario semanal del profesorado de secundaria es de 35 horas (y las de casa), y no 20 como dicen con desfachatez.
El aumento de dos horas lectivas no supone solo una suma de tiempo. Dos horas más pueden suponer un grupo más de alumnos, a quienes hay que conocer y atender debidamente, así como a sus correspondientes familias, y más ejercicios que corregir. Dos horas más pueden suponer una nueva asignatura que hay que preparar, e incluso otro nivel escolar de la ESO o del bachillerato. Todo ello multiplica la asistencia a reuniones de equipos educativos y de evaluación por las tardes y la cumplimentación de toda la documentación que se nos pide. Dos horas más suponen no sumar, sino multiplicar trabajo. Lo afirmo con mi experiencia, uniéndome a las razones que movilizan a los sindicatos y a mis compañeros.
El profesorado necesita apoyo y no ataques. Desde mi reciente jubilación, creo que hay que apostar decididamente por la enseñanza pública y atender honestamente a la juventud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de septiembre de 2011