Una explosión en el gran complejo nuclear de Marcoule, al sureste de Francia, reavivó ayer los temores sobre la seguridad de la energía atómica. El reventón de un horno usado para descontaminar material radiactivo mató a un empleado e hirió a otros tres. No hubo fuga radiactiva, según la compañía EDF y el Ejecutivo. Marcoule, a 288 kilómetros de la frontera española, tiene cuatro reactores ya inactivos.
A raíz del accidente, España convocó un órgano de coordinación y Cataluña declaró la prealerta.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de septiembre de 2011