Hasta el sábado quienes se acerquen al Espai Cultural Caja Madrid para ver Photoshooting, la exposición de fotografía del alemán Thomas Bachler podrán hacerse disparar personalmente por el artista. La iniciativa no entraña riesgo alguno, porque Bachler ha creado una cámara sin lentes, que funciona cuando se le dispara con una pistola de aire comprimido. La luz que pasa por el agujero así conseguido recoge la imagen del visitante, creando un curioso e inquietante efecto visual. En menos de 10 minutos Bachler revela la foto en un pequeño cuarto oscuro y se la regala al retratado. "En Madrid disparé a unas 200 personas", recuerda el artista, que acaba de clausurar la exposición en La Casa Encendida.
El origen del proyecto se encuentra en la serie de fotografías que rodean el espacio de la acción. Se titula Escenas del crimen y recoge las imágenes disparadas de espacios urbanos abandonados, solitarios y aburridos, que no tendrían ningún interés si no fuera porque sabemos que allí sucedió algo terrible y siniestro. "La contradictoria simbiosis entre aburrimiento y atención me dio la idea de fotografiar lugares que reunieran estas dos condiciones. El hecho de disparar con una pistola a una cámara estenopeica, todavía cerrada, me convierte en el fotógrafo, pero también en el autor del delito", explica Bachler, que se declara fascinado por las tecnologías sencillas y no utiliza nunca equipos digitales.
"La cámara estenopeica fue perfectamente descrita por Leonardo da Vinci, pero ya en el siglo XVI el orificio por el que pasaba la luz se cerró con una lente, lo cual hizo la imagen más clara y nítida, y puso punto final al desarrollo de este tipo de aparato", añade Christian Domínguez, comisario del proyecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de septiembre de 2011