Hace justo una semana Gregorio Manzano pudo contar con el plantel rojiblanco al completo. Los 24 futbolistas de la plantilla coincidieron por primera vez en el mismo espacio-tiempo 67 días después de que diera comienzo la pretemporada el 4 de julio. Aquel día Silvio y Gabi fueron los dos únicos (luego vendrían ocho más) fichajes con los que pudo contar Manzano.
El jugador que más provecho sacó de la incertidumbre que rodeó a la lista de altas y bajas de la plantilla hasta el cierre del mercado de fichajes fue Adrián López. El delantero de Teverga, al que la accidentada orografía en la que creció dotó de un carácter discreto pero combativo, se destapó como un nueve con más pase que gol, y con una habilidad innata para mezclar con los compañeros. Sus cuatro asistencias y tres goles en las dos rondas previas de la Liga Europa disputadas, frente al Stromsgodset y el Vitoria de Guimarães, le convirtieron en irreemplazable en el ataque.
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Eso fue hasta que se concretaron las incorporaciones de Arda Turan y Falcao. El esquema que plantea Manzano, un 4-3-3 que puede transmutar en un 4-4-2 en rombo, encuentra una difícil cabida en el once al pichichi del Europeo sub 21, por más que pueda utilizarlo como acompañante del colombiano tirado a una banda.
El técnico, que planea hacer rotaciones esta noche contra el Celtic pensando que el domingo toca el Racing y el miércoles que viene el Sporting, estudia dejar a Adrián en el banquillo por Arda Turan. El puesto de Tiago también peligra tras el show de Diego en Mestalla. "En Valencia fue la primera vez que se encontraban en un campo Arda, Falcao y Diego. Su participación fue excelente; igual más de uno esté de inicio", apreció Manzano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de septiembre de 2011