La petrolera mexicana Pemex ha contratado derivados para cubrir el riesgo de su nueva inversión de más de un 4,6% en el capital de la petrolera española. Su filial PMI Holdings ha suscrito un contrato de cobertura (denominado collar) con los bancos HSBC, Natixis y Crédit Agricole, sobre 57.204.240 acciones de Repsol, el 4,68% del capital, hasta el mes de septiembre de 2014, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Esa operación supone fijar un suelo y un techo, que la compañía no ha especificado, a partir de los cuales las pérdidas y los beneficios no son para Pemex, sino para los bancos.
Pemex minimiza así el riesgo de que las acciones pierdan valor y no sean garantía suficiente para respaldar el endeudamiento contraído por la compañía mexicana para realizar su inversión, como le ocurrió a Sacyr, el socio junto al que la mexicana controla el 28,5% de la petrolera española.
La CNMV, por su parte, retiró ayer de su página web una notificación de Crédit Agricole, banco acreedor de Sacyr y asesor de Pemex, que arrojaba luz sobre la operación. En ella, el banco francés señalaba que había superado el 3% de Repsol con acciones prestadas. Eso indicaría que, en su mayoría, Pemex aumentó su participación no mediante la compra en el mercado ni a otros accionistas sino mediante la adquisición de títulos prestados a un intermediario. Curiosamente, esa comunicación desapareció de la web de la CNMV ayer por la tarde y fue sustituida por otra con menos información. No fue posible contactar con el supervisor para lograr una explicación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de septiembre de 2011