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CARTAS AL DIRECTOR

Salvajada en Tordesillas

No me considero antitaurino, o al menos no del todo, pues creo que las corridas de toros se deben mantener. Sin embargo, estoy en contra de otros espectáculos en los que el toro es maltratado ignominiosamente. Opino que no es lo mismo la muerte de un toro a manos de un torero o un rejoneador, "de igual a igual", que la salvajada del llamado Toro de la Vega.

Como cada año, se ha celebrado en Tordesillas ese espectáculo en el que un numeroso grupo de ciudadanos alancean a un toro hasta la muerte, la cual, para mayor sufrimiento, suele tardar en llegar. En la presente edición, para que los "valientes" alanceadores se expongan un poco más, se han usado lanzas más cortas (las de tres metros resultaban grotescas), y se les ha puesto una hoja bastante más afilada. Además, ya no se ha alanceado al toro desde que lo sueltan, sino que se ha reducido el tramo donde el animal puede ser acuchillado sistemáticamente. Cuando el animal está en el suelo, no se permiten fotografías y se le cubre con un plástico para que no queden pruebas de su agonía. ¡Notables avances, sin duda!

El héroe que este año ha acabado con el animal ha dicho literalmente, después de su hazaña, que se sentía como Cristiano Ronaldo. ¡Pues eso, un héroe para una salvajada! Para más inri, el toro se llamaba Afligido. Quizás quien lo bautizó sabía lo que le esperaba.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de septiembre de 2011