Cuando recientemente he visto al señor Arenas manifestar en un mitin de su partido que ellos no tocan ni tocarán la sanidad y la educación, ya que para ellos esas materias son sagradas, he sentido cierta tristeza. No por lo que prometa este señor, que ya lo conozco, sino por el concepto que pueda tener de mi inteligencia. Porque no hay que saber más que lo que está pasando con esos temas en las comunidades en las que ellos gobiernan para sentir tristeza del concepto que tiene de mí y, supongo, de muchos ciudadanos, que a veces nos informamos y no nos creemos lo que nos dicen.
Mi ruego al señor Arenas es que no haga el ridículo más en la tele porque le puede llegar a perjudicar a él mismo. Que haga lo que su jefe, que es no decir nada y, al menos, no ofende.- César Moya Villasante. Madrid.
Mientes Javier, y tú lo sabes. Parafraseando esta frase que usted recordará, señor Arenas, siendo presidente el señor Aznar se congelaron los sueldos a los funcionarios porque España iba mal, ¡como si la culpa fuera nuestra! Pero cuando España empezó a ir bien, nadie se acordó de devolvernos lo que nos habían robado. Por tanto, miente usted, señor Arenas, y usted sabe que miente, cuando dice que con los Gobiernos del PP no se hicieron recortes.-Alfonso J. Váquez. Profesor de Investigación del CSIC. Madrid
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de septiembre de 2011