Ni Tony Parker ni Joakim Noah serán mañana (20.00, La Sexta) dos suplentes que ríen y bostezan en el banquillo de Francia, como sucedió en el partido de la segunda fase contra España, cuando la selección gala entregó el encuentro (69-96) para especular con los cruces con la idea de evitar unas posibles semifinales frente a Lituania. Francia batió ayer a Rusia (79-71) y encarará a España con todas sus armas.
Parker, que anoche firmó 22 puntos, lidera a un grupo muy atlético y veloz, especialmente fino, con cinco jugadores nba y que se clasificó también para los Juegos Olímpicos después de dos ausencias consecutivas. El escolta Batum, el alero Diaw y el pívot Noah auguran un partido de poder a poder, muy físico. Es la primera final europea de Francia desde 1949.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de septiembre de 2011