Se acabó. La falta de financiación y las deudas han condenado a Astilleros de Sevilla, que solo cuenta con dinero para pagar las nóminas de este mes y que prepara su liquidación. Los sindicatos advierten de que con la clausura se le da un golpe mortal al sector industrial que, solo en Sevilla, sumaba el pasado mes más de 400 despidos. Los trabajadores han anunciado un encierro indefinido para exigir soluciones. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha prometido una salida para los 108 empleados que quedan en una factoría clave en Andalucía durante 67 años.
"Será muy difícil que vuelva a abrir", lamentó ayer el secretario de la Federación de Industrias de CC OO, Enrique Jiménez, uno de los asistentes a la reunión de la noche del jueves en la que se comunicó el fin de la factoría tras admitir la Junta el fracaso en encontrar financiación. Astilleros debe 75 millones y precisaba 170 para sobrevivir y terminar los barcos en cartera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de septiembre de 2011