"El arte salvará el mundo, quizás les sorprenda oírlo de mi boca, pero es así porque arte significa diálogo". Lo afirmó el padre Josep Maria Martí Bonet, director del Museo Diocesano de Barcelona, con ocasión de la presentación de la exposición De Goya a nuestros días. Colección Ibercaja, un recorrido por tres siglos de arte español a través de unas 50 obras procedentes de los fondos de la caja de ahorro aragonesa. Martí Bonet no ocultaba su satisfacción por el acuerdo de colaboración firmado con la entidad financiera, que le ha permitido llevar a Barcelona 3 lienzos y 10 grabados de Goya, además de una serie de pinturas de gran formato representativas de la producción artística de los siglos XIX y XX.
"Prestamos obras constantemente, pero es la primera vez que se organiza una presentación de la colección fuera de Zaragoza", aseguró la comisaria Dolores Durán, que eligió las obras entre las 2.800 del fondo de pintura y escultura. De Goya se exhiben el boceto del coretto de la basílica del Pilar, una obra tan detallada que le valió el encargo aunque por aquel entonces fuese solo un joven pintor recién llegado de Roma; el inquietante Baile de máscaras, que parece más el preludio de una violación que un momento de entretenimiento, y La carga de los mamelucos, que marca la introducción de la violencia física en la pintura histórica y deja sentir su influencia en el cercano Combate en el interior de una iglesia, de Eugenio Lucas.
"Ibercaja posee 14 telas de Goya y varias ediciones de sus series de grabados, además de muchos grabados sueltos que son muy raros. La colección se formó a partir de la política de restauración de los palacios renacentistas, que proporcionó un amplio fondo de muebles, plata, cerámica, tapices y numismática. Luego nos centramos en Goya y su entorno, en el sentido más amplio del término, y finalmente empezamos a adquirir obra del siglo XX y de jóvenes talentos", explica Magdalena Lasala, responsable de Educación y Cultura de la Obra Social.
Los goyas habitualmente se exponen en el Museo Ibercaja Camón Aznar junto con otras 700 obras que abarcan desde la Edad Media hasta nuestros días, pero muchas de las telas de la exposición se colocaron en despachos y sedes corporativas y no se han expuesto nunca en público. Es el caso de unos grandes formatos de Clavé, Valdés, Saura, Guinovart y Broto, y de una hermosa tela de 2005 de Juan Genovés, una de las últimas adquisiciones de la entidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de septiembre de 2011